Un pasaje secreto hacia mi alma...

Dicen que si uno sabe lo que quiere todo tiende a ser más fácil. ¿Por qué? porque si uno uno sabe lo que quiere va por eso. Lo visualiza. Se lo imagina. Lo cuida. Lo lucha. Y hasta lo puede oler. Lo abraza y se lo susurra cerquita al alma,  a la luna, a las estrellas. Lo escribe y deja que el viento lo lea. Se lo muestra al mar, para que con su inmensidad se una a la causa. Y cada noche,  por supuesto, se lo pide al cielo y se lo recuerda para que no se le olvide. Y como uno lo tiene claro, el universo empieza a acercarte a ello. Despacito, con pruebas y sin afán. Pero como ya uno sabe  exactamente cómo es ese algo, y a veces se afana cuándo en apariencia lo que llega no se acerca a ése ideal. Pero siempre he pensado que eso sucede con todos los aspectos de la vida. Con un trabajo. Un sueño. Un deseo y por supuesto, un amor. Y desde no tan niña siempre supe (o eso creía yo en su momento) lo que yo quería cómo "mi hombre ideal" el  que yo encontraría perfecto para mí y p

-      Yo no quiero alguien que dure para la eternidad, solo quiero uno que pueda darme momentitos, muchos, que me hagan sentir eterna en su alma. -       No quiero un tipo desbocado por la pasión de una noche, solo quiero alguien apasionado por la vida, por lo que hace, por su hobby, por mí, por mi cuerpo, que jamás se canse de hacerme el amor ni de hacerme sonreir, que me muerda al besarme, que esté loco por mi sonrisa, por mis pasiones, y sobre todo por mi. -       Yo no quiero, definitivamente, un tipo que solo tenga ojos para mi. Quiero alguien que los tenga bien abiertos para lo bonito del mundo, para lo malo, para las oportunidades, para lo que quiere alcanzar, para ver sus debilidades ante mi, para encontrarse humano y para que me haga entender que todos los días tengo que quererlo porque lo puedo perder porque sabe, ha visto y ve que afuera hay miles de cosas. -       No quiero alguien sin heridas. Por el contrario quiero que la persona que llegue haya ido a la guerra d

A pesar que soy buena para algunas cosas como para escribir con el sentimiento necesario (creo yo) o para sacarle sonrisas en el alma a la gente o hacer berrinches de adolescente rebelde (en mi mente cuando algo no sale cómo yo esperaba) o para inventarme videos hollywoodenses con el hombre que me gusta y para comer chocolates sin empalagarme ni un poquito, o para la ortografía, no soy buena en el resto de cosas ni sé mucho de otras. Por ejemplo, no sé hacerme responsable de mi misma. No sé cómo hacer para no quedarme callada cuándo debo hablar y algo en verdad me molesta. No sé tender la cama o sea, sí sé, pero me queda horrible y sin gracia y con muchas arrugas, así que digamos que no sé, ó mas bien no me gusta hacerlo. No sé hacer dibujitos lindos ni manualidades como la mayoría de las mujeres, nací con cero talento para eso. No sé cómo hacer para no aburrirme de las relaciones o cómo hacer para no sentirme tan frustrada y vacía cuándo éstas se acaban por muy malas que hayan si

Unos cuántos años después, aquí estoy; escribiendo otra vez... Pero hay algo diferente en mí. Tantas cosas, y pero lo que sigue igual, lo extraño; aún...