Lo que DEFINITIVAMENTE quiero...

Dicen que si uno sabe lo que quiere todo tiende a ser más fácil. ¿Por qué? porque si uno uno sabe lo que quiere va por eso. Lo visualiza. Se lo imagina. Lo cuida. Lo lucha. Y hasta lo puede oler. Lo abraza y se lo susurra cerquita al alma, a la luna, a las estrellas. Lo escribe y deja que el viento lo lea. Se lo muestra al mar, para que con su inmensidad se una a la causa. Y cada noche, por supuesto, se lo pide al cielo y se lo recuerda para que no se le olvide.

Y como uno lo tiene claro, el universo empieza a acercarte a ello. Despacito, con pruebas y sin afán. Pero como ya uno sabe exactamente cómo es ese algo, y a veces se afana cuándo en apariencia lo que llega no se acerca a ése ideal.

Pero siempre he pensado que eso sucede con todos los aspectos de la vida. Con un trabajo. Un sueño. Un deseo y por supuesto, un amor. Y desde no tan niña siempre supe (o eso creía yo en su momento) lo que yo quería cómo "mi hombre ideal" el que yo encontraría perfecto para mí y para nadie más. Mi ideal. Mio, mío de mi propiedad. El que yo quiero y cómo lo quiero. El que tendrá defectos que yo sabré manejar y virtudes que otros no verán y para mí serán lo máximo de lo máximo. Y ahora quiero tenerlo más claro para que no se me olvide y me vaya quien sabe con qué bobo (un bobo más a la lista de bobos).

Porque eso sí el mío (mi futuro mío) ante todo, ya no puede ser bobo. Tiene que tener una mente brillante que me deje derretida cada vez que hable o no tanto, pero sí debe y tiene que ser inteligente porque con el pasar de los bobos en mi vida he descubierto que los bobos me aburren. También tiene que hacerme reír con un humor que sea tanto sarcástico, inapropiado y audaz cómo dulce e inocente a la vez. Definitivamente todo él tiene que ser creativo. Desde la forma de conquistarme, amarme, sorprenderme, hacerme el amor, tiene que ser un hombre interesante y gracioso y muy él para mantenerme interesada.

Espero que le guste leer, o que al menos admire mi gusto por la lectura y no le moleste que yo sea una comelibros, y que le guste leer lo que yo le escribo o simplemente lo que escribo aunque no sea para él . Que le guste el chocolate o que no me moleste a mí por mi fascinación por el chocolate y que le gusten las chick flicks o al menos que soporte verlas conmigo. Que le enloquezca viajar y tenga el alma libre. Que hable inglés o que quiera aprenderlo y algún otro idioma también y mejor aún, que quiera aprenderlo conmigo, que haya viajado amás lugares que yo, para que un día podamos conocerlos juntos. Que no sea una nena de ésos que se asustan con una cucaracha o separan la verdurita del plato, quiero que le guste comer y que sepa comer rico, que sepa cocinar, que le guste hacerlo para mí, que no sea de los que se quejan todo el tiempo del frío, o del calor, o de la arena o del sol.

Que no sea miedoso y me transmita seguridad. Que tenga mirada feliz. Que me deje pasar primero por las puertas. Que no sea tacaño. 

Que me quiera enseñar a bailar.

Que sea trabajador pero sobre todo emprendedor y con ganas de más. Que sea social y disfrute de la gente y la gente lo quiera. Que tenga una gran pasión y la defienda. Que tenga un grupo de amigos genial y una familia maravillosa, como la mía. Que haga reír a mis  amigas y ellas lo consideren su amigo.

Que sea sexual (muy sexual), que guste de amarme y que siempre me desee. 

Que no fume, que no sea borracho, ni tenga ninguna clase de vicio. Que sea soñador. Que sea fiel. Que ya haya hecho y deshecho y este aburrido de tanta cosa. Que me patrocine e incentive mi locura. Que respete cuándo yo quiera mi espacio, que él disfrute también de tener su espacio.

Que sea del tipo útil que arregla el foco que se dañó, el televisor que se quemó, la compu que se loqueó, mis passwords que perdí (ya que eso pasará muchas veces y muy seguido).

Que no se traume ni se enoje ni haga berrinches por lo que me escribieron en las redes sociales. 

Que tenga el corazón sanito, sanito.

Que tenga ojos lindos y mirada intensa, que tenga barbita, con una sonrisa que me hechice, que sea cejón, alto y con un tatuaje (o que un día se quiera hacer uno o tal vez no...). Que sus defectos sean lidiables. Que se ria de mi, de él y de la vida. Que sepa nadar y montar bicicleta. Que no sea prejuicioso y tenga la mente abierta. Que se vista bien y sea coqueto con eso, pero no demasiado ni más que yo. Que haya perdido y ganado en el amor. Que crea en el amor.

Que sea agradecido. Que sea feliz. Que sea tierno, romántico y cariñoso en sus justas proporciones. Espontáneo. Entrón. Interesante. 

Masculino. Hablador. Divertido hasta el infinito para que me haga reír y ría conmigo. Que respete la libertad. Mi libertad, nuestra libertad.

Que sea temeroso de Dios, que sepa ser humilde, que sepa conquistarme y quererme bonito.

Ya sé que está difícil, pero es lo que quiero (o al menos parte de lo que quiero) yo y sólo yo. Y a mi me gustan las cosas difíciles. Y sé mejor que nadie que hombre perfecto no hay. Pero hace mucho encontré uno perfecto, sí; perfecto para mí...

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