Me gusta él...

A pesar que soy buena para algunas cosas como para escribir con el sentimiento necesario (creo yo) o para sacarle sonrisas en el alma a la gente o hacer berrinches de adolescente rebelde (en mi mente cuando algo no sale cómo yo esperaba) o para inventarme videos hollywoodenses con el hombre que me gusta y para comer chocolates sin empalagarme ni un poquito, o para la ortografía, no soy buena en el resto de cosas ni sé mucho de otras.

Por ejemplo, no sé hacerme responsable de mi misma. No sé cómo hacer para no quedarme callada cuándo debo hablar y algo en verdad me molesta. No sé tender la cama o sea, sí sé, pero me queda horrible y sin gracia y con muchas arrugas, así que digamos que no sé, ó mas bien no me gusta hacerlo.

No sé hacer dibujitos lindos ni manualidades como la mayoría de las mujeres, nací con cero talento para eso. No sé cómo hacer para no aburrirme de las relaciones o cómo hacer para no sentirme tan frustrada y vacía cuándo éstas se acaban por muy malas que hayan sido, tampoco sé rezar el Rosario y no tengo idea alguna de cómo bailar a pesar de tener ritmo.

Sé de buena música pero no se bailar, así soy, así como tampoco sé como preparar un guisado de los que hace mi mamá y en serio quisiera aprender, tampoco se ponerme unas medias y que me duren intactas un día completo, ni usar ropa blanca sin mancharme de algo al comer.

No sé jugar billar ni ajedrez, ni tampoco sé prestar atención por más de una hora sin mirar el celular. No tengo idea de cómo perderle el miedo  a la maldita soledad cómo tampoco sé perderle el miedo al compromiso ni a no ser una buena madre a pesar de que no estoy ni por cerca de serlo.

Definitivamente no sé cantar ni cómo no ser imprudente.

No sé si creer en el amor es de realistas o de optimistas, pero aún así creo y no sólo en el amor, creo en el amor para toda la vida, en las almas gemelas y en que en verdad existe la "pareja ideal" esperando por uno en algún lugar, creo en el matrimonio aunque a veces parezca que no, sí creo pero me aterra. Y mucho.

No sé cómo vivir sin el chocolate y más importante no sabría cómo vivir sin mis gatos.

No sé qué voy a a ser cuando sea grande (y ya lo soy, pero aún no sé), ni para qué país me quiero ir a vivir en tres años, ni qué ejercicio empezar a hacer, ni por qué cada vez me vuelvo más jodidamente sensible. No sé porque me gusta escribir ni por qué estoy escribiendo tanto acerca de mi ignorancia, debe ser para decir que desde hace unos cuántos días llegó a mí como una revelación una certeza, una verdad, o algo que sí sé, con seguridad, claridad y convicción:

Me gusta él. sin importar nada; me sigue gustando él...