Lo que más deseo...

Siempre suelen decir que para amar de verdad, para realmente amar, es necesario amar en libertad y comprender que el amor no se puede poseer. Por años no lo entendí, y es ahora cuando me doy cuenta que contigo siempre me sentí así, libre, autosuficiente, porque siempre pude ser yo misma, sin máscaras, sin prejuicios, sin tanto miedo ni artificio.
Llegaste a conocerme tan bien, que sabías perfectamente que podía seguir mi camino sin ti, reir sin ti, vivir sin ti, pero ahora años después me doy cuenta que sí, en efecto sí puedo hacer todo eso sin ti, pero en definitiva no hay lugar en el mundo que me guste más que ése en el que estas junto a mí, con tus manos en mi cintura, porque tus besos hoy por hoy son mi cura y tus brazos siguen siendo mi hogar.
Sí, sí estoy acá años después extrañándote y sola; y es porque he decidido que no quiero fingir un día más que soy feliz al lado de otra persona cuando en las noches lo único que hago es extrañarte y pensar en ti.
Sé que quizá por ahí hay muchos quizá mejores, no lo sé, y tampoco me importa, porque nunca me darán la paz que tuve a tu lado y que se fue contigo.
Jamás cambiaría nada de ti, tus gestos, tu sonrisa, no hay nada mejor para mí que perderme en tu mirada.
Siempre fui afortunada de tenerte a mi lado, me amabas tanto, y aunque en su momento lo sabía jamás fui tan conciente de cuan afortunada era.
Me hacías tan feliz.
No hay nada que desee más en la vida que ver tus ojos cada mañana.
Siempre serás mucho más de lo que un día pude pedir.
Y si bien es cierto que no te necesito, prefiero mil veces un momento contigo a una eternidad sin ti.
Comentarios
Publicar un comentario